¡Qué Vulvaridad! tantas inteligencias y ¿aún no reconocemos la inteligencia sexual? Ésta se podría definir como la capacidad que tiene una persona de gestionar su sexualidad y satisfacer a sus parejas sexuales. Es decir, una persona sexualmente inteligente es esa persona capaz de disfrutar plenamente su erotismo y conseguir que sus parejas sexuales también lo hagan, es el tomar la decisión de dejar el egoísmo y crear vínculos satisfactorios para ambos.
La inteligencia sexual se podría llamar también salud emocional sexual. Y es que abarca precisamente cuán satisfecha/o estás con tu vida sexual y hasta qué punto la abrazas con naturalidad.
Cabe aclarar que no nacemos con esta inteligencia, la desarrollamos desde la conciencia sexual de nuestro cuerpo y sus sensaciones, no es un don, se trabaja con los años y con nuestras experiencias.
Ya sea de manera consciente o inconsciente, buena parte de nuestra vida gira en torno a la sexualidad y a la estabilidad emocional. Sin embargo, hay una gran cantidad de casos en los que la sexualidad se traduce en frustración e insatisfacción a causa de la ignorancia y las culpas entorno al placer que nos han inculcado desde la infancia.
Por lo tanto, la inteligencia sexual está directamente relacionada con la intuición sexual, es decir, con la capacidad personal de vivir mi erotismo y de percibir lo que la otra persona necesita, desea y siente en cada momento. Es imposible tener una buena inteligencia sexual sin un alto grado de autoconocimiento, sin saber cómo somos, qué nos gusta y que no para sentirnos satisfechas/os en el acto sexual.
Este término fue acuñado por los psicólogos Sheree Conrad y Michael Bilburn en 2002 en su libro homónimo. En éste, dialogan sobre el ¿por qué seguimos sin hablar lo suficiente con nuestra pareja sobre nuestro deseo y la sexualidad en general? También dicen que gran cantidad de personas sienten algún grado de insatisfacción con su vida sexual pero no lo admiten, y al no reconocer el problema, no se consigue resolver.
Para conseguir la inteligencia sexual, hace falta trabajar la inteligencia emocional y partir de ella para aprender a gestionar nuestras propias emociones y de ahi conectar con mis parejas desde la empatía y la escucha activa y así poder relacionarnos, siendo capaces de gustar, atraer, conectar, entender e interactuar positivamente con la otredad, comenzando por mí.
-Auto-conocimiento sexual:
Como vengo diciendo, el concepto de inteligencia sexual radica en el autoconocimiento personal que depende de saber cuáles son mis puntos de placer y aprender a comunicarlos, consiguiendo que la vida sexual sea plena para ambos.
Muchas personas no conocen realmente su cuerpo ni sus sensaciones y pretende que la pareja adivine. Puede que no tengan idea de cómo reaccionan frente a determinados estímulos, experimentando bloqueos a causa del pudor y la vergüenza para explorarse a sí mismas. Es por eso que el autoerotismo es necesario para saber detectar mis zonas erógenas y el cómo estimularlas.
El reconocer mis deseos, fantasías y sensaciones, nos hace construir una vivencia más placentera con nuestro erotismo y nuestro cuerpo.
-Auto-motivación:
Es importante tener claro que la inteligencia sexual no depende de la suerte, ni del físico, ni del encanto o grado de atractivo sexual, sino de la seguridad y la sexo-estima, que dependen de nuestro auto-concepto y de nuestra vivencia personal del erotismo. El sentirnos atractivas/os nos motiva a compartirnos eróticamente y eso sólo se consigue al aceptarnos y gustarnos. Del ser capaces de mirarnos al espejo y gustarnos así como somos, dejando de compararnos con los estereotipos de “belleza” usualmente inalcanzables.
El conocer nuestros derechos sexuales, leer, indagar, cuestionar y elegir la salud sexual como expresión de nuestro bienestar, comprendiéndolo como la capacidad de mirarnos, atendernos, cuidarnos, respetarnos y amarnos serán la fuerza motor que nos impulse a elegir el derecho al placer sin culpas.
La ausencia de inteligencia sexual, obedece principalmente a la ignorancia y los prejuicios, asociados con mitos populares, creencias religiosas o impuestos moralistas sobre el ¿Cómo debo de actuar conforme a mi sexualidad? Por lo tanto, para combatir las auto-limitaciones sexuales, es necesario informarnos desde la ciencia, es por eso que la educación sexual es vital y hacerlo desde la infancia hará que nuestra construcción sobre el erotismo, la sexualidad, la reproductividad y el género sea entorno al bienestar.
-Auto-control
De mi cuerpo, mis sensaciones y sobre todo, de mi mente. El órgano más importante en la erótica y la inteligencia sexual, es el cerebro. Por este motivo es importante la creatividad, cuestionar los modelos impuestos tradicionales o y desnudar los cuerpos y la mente para disfrutarse mutuamente el uno al otro. Adicionalmente, se debe tener claro que las relaciones sexuales no deben traducirse en relaciones de poder sino en la capacidad de compartirse de manera reciproca y así crear vínculos fuertes.
-Empatía
Comenzando por escuchar mi cuerpo y mis necesidades particulares para poder compartirme así en bienestar, y por ende sentir y reconocer las sensaciones de mi pareja… La escucha activa no sólo se refiere a las palabras sino a la capacidad de analizar las reacciones corporales de mi pareja, el cómo gesticula al acariciar y recorrer su cuerpo y de poder crear una comunicación particular con mi pareja. Creando así momentos eróticos plenos y armónicos, donde juntos creen una sinfonía de placer mutuo.
-Capacidad de relacionarme:
También es importante que se incrementen las habilidades para comunicarle a sus parejas quiénes son y qué quieren. La confianza y la buena comunicación son los pilares de la inteligencia sexual. Solo de esta manera se puede llegar a acuerdos comunes y vivencias concertadas de manera recíproca y asertiva identificando sus límites duros (lo que jamás harían) y los blandos (los que están dispuestas/ dispuestos a platicar o probar)
Un elemento esencial para acceder a la inteligencia sexual eficaz involucra la capacidad de compartirse. Hablar de la vida sexual previa sin juicios y ampliar el catálogo erótico. La sinceridad es vital ya que nos hace mostrarnos como realmente somos sexualmente y compartir desde ahí los deseos y así juntos crear una historia en común.
¿Cómo calcular tu inteligencia sexual?
El test del experto Antoni Bolinches es uno de los más sencillos métodos para identificar mis limitaciones sexuales. Para completarlo, tienes que sumar un punto por cada SÍ en las preguntas 1, 2, 4, 5, 7 o 10; y un punto por cada NO en las preguntas 3, 6, 8, 9, 11 y 12.
1. ¿Te sientes libre y muestras disposición para tomar la iniciativa sexual?
2. ¿Hablas libremente con tu pareja sobre sexualidad?
3. ¿Te sientes utilizado/a sexualmente a menudo?
4. ¿Consideras que la mayoría de los contactos sexuales, sean de una noche o con tu pareja de toda la vida, resultan gratificantes para ambos?
5. ¿Mantienes contactos sexuales con la frecuencia que desearías?
6. ¿Crees que tu pareja es demasiado egoísta y solo busca su placer?
7. ¿Después de alcanzar el orgasmo tienes deseo de permanecer al lado de tu pareja?
8. ¿Consideras que tus relaciones son demasiado monótonas o rutinarias?
9. ¿Cuándo tienes pensamientos sexuales o practicas la masturbación, te sientes culpable?
10. ¿Consideras que los rituales sexuales que practicas son los que deseas?
11. ¿Aceptas determinadas iniciativas de tu pareja pero después crees que está demasiado liberada?
12. ¿Piensas que la mayoría de la gente tiene una sexualidad más gratificante y plena que la tuya?
Resultados:
0-2 puntos: Deficiente
3-4 puntos: Insuficiente
5-7 puntos: Aceptable
8-10 puntos: Alto
11-12 puntos: Excelente
Si quieres trabajar en tu inteligencia sexual y apropiarte de tu erotismo desde el derecho al placer para ti y tu o tus parejas, no dudes en contactarme par agendar una cita.
Desde el amor, Alexa Castillo Nájera Zaliv
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